Cuando yo muera y me asignéis un estrecho ataúd, ¿qué se quedará aquí? Quizá mi huella en el cojín del sillón verde. Tal vez esa página del libro, con el pico doblado, donde interrumpí su lectura. Quizá la botella de brandi a medias. Tal vez se quede en mi mesa esa foto tuya en la que me sonríes y nunca quise enterrar en el álbum. Quizá la camisa a la que le perdí un botón cuando jugaba contigo, la de cuadritos azules. No me importa si todas esas cosas las dejáis fuera… Pero lo que no quiero que se quede aquí es el móvil y su cargador. Por favor, metédmelos en algún bolsillo del traje que me pongáis. Allí donde me vais a dejar, la vida es muy aburrida sin YouTube o WhatsApp . Espero que haya cobertura, porque si no…
Blog personal donde expongo mis relatos, mis fotografías y mis opiniones.