Recordó, antes de volver a caerse, sus primeros intentos por caminar solo, sin ayuda. Progresaba, sí, pero muy lentamente. Al principio apenas podía sostenerse en pie ni tan siquiera durante un segundo. Ahora, después de unas semanas de prácticas, ya era capaz de dar tres o cuatro pasos seguidos. Hoy se ha caído después de seis, ¡todo un éxito! Además, hoy no quiso llorar, como lo hacía antes. Sin embargo, así tirado por enésima vez en el suelo, echó de menos la seguridad con que se movía tan solo hacía unas semanas, cuando sus padres aún le permitían usar el tacatá, y entonces pensó que lo peor aún estaba por venir. Sería el día en que decidieran quitarle también el chupete.
Cualquier persona con dos dedos de frente entendería los motivos que me llevaron a hacer lo que hice. Es más, con mucha probabilidad lo aplaudiría. Por eso no comprendo al comisario que se empeña en llamarme psicópata descerebrado. Sigue opinando que oculto el verdadero motivo y hoy, por enésima vez, me ha vuelto a pedir que le contara lo sucedido. Y, ya puestos, ahora te lo voy a contar a ti. Porque de algo habrá que hablar, digo yo, mientras estamos aquí los dos encerrados, mano sobre mano y sin nada que hacer. A ver si así te cambia la cara, que no has abierto el pico en las veinticuatro horas que llevamos juntos, que pareces la momia de Tutankamón, hombre. Para que te enteres, ayer le conté al comisario toda la historia. Antes me habían interrogado varios de sus colegas. Después él mismo. Tres horas sin parar. Bueno, pues hoy va y me vuelve a llevar a su despacho y me pide que se lo cuente todo otra vez. Me quita la esposas y me ofrece un cigarrillo. “Toma Martínez, a ver si esta
Que bien te expresas!, Pero ,cosas de la edad,al comenzar a leer he pensado en un anciano que quería volver a andar...
ResponderEliminarEsa era mi intenció: Confundir al lector y en el último momento... ¡zas!, el giro brusco
EliminarMuy gráfico y evocador🙄
EliminarSoy,sra_dalloway, vamos Concha
ResponderEliminarBuenisimo
ResponderEliminarDesde pequeños nos damos cuenta que la vida es puro aprendizaje.
ResponderEliminarNecesito aprender como el pues no se poner mi nombre pero Aprenderé seguiré tus pasos con mi andador
ResponderEliminarLos niños son tenaces aprendices. A los adultos a veces nos vendría muy bien tener su cabezonería.
ResponderEliminarNiños y ancianos se parecen. El círculo de la vida ♾️
ResponderEliminarBuenísimo
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